La Antigua Roma fue una civilización que se desarrolló en la península itálica y se expandió para convertirse en un vasto imperio que abarcaba gran parte de Europa, el norte de África y Oriente Medio. Fundada en el siglo VIII a.C., la Roma antigua se caracterizaba por su sistema político republicano, que eventualmente evolucionó hacia un régimen imperial.
Antes de pasar a la infografía de la Antigua Roma, repasemos sus características.
Características de la Antigua Roma
El poder en la Roma antigua estaba inicialmente en manos de los patricios, una clase aristocrática de propietarios de tierras, mientras que los plebeyos, la mayoría de la población, tenían menos derechos. Sin embargo, con el tiempo, las tensiones sociales llevaron a reformas que ampliaron la participación política de los plebeyos.
La República Romana vio la expansión militar de Roma a través de las Guerras Púnicas y las conquistas en Europa y el Mediterráneo. Esto trajo prosperidad económica pero también tensiones internas, como las luchas entre generales rivales y la creciente desigualdad económica.
En el 27 a.C., Octavio, quien más tarde sería conocido como Augusto, estableció el Principado, marcando el comienzo del período imperial. Durante los siguientes siglos, el Imperio Romano alcanzó su apogeo, con una vasta burocracia, una red de carreteras, acueductos y una cultura rica que abarcaba desde la literatura y la filosofía hasta la ingeniería y las artes.
Sin embargo, el Imperio Romano también enfrentó desafíos, como invasiones bárbaras, crisis económicas y divisiones internas. A pesar de los esfuerzos de los emperadores por mantener la unidad, el imperio se dividió finalmente en el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente (también conocido como Imperio Bizantino) en el siglo III d.C.
El Imperio Romano de Occidente finalmente colapsó en el año 476 d.C., marcando el fin de la Antigüedad clásica y el comienzo de la Edad Media en Europa. A pesar de su caída política, el legado de la Antigua Roma perduró en su influencia en el arte, la arquitectura, el derecho y la lengua, estableciendo las bases de la civilización occidental.